El "maestro de los estafadores" es barcelonés

Escrito por: Marta Lorenzo

Varias fotografías de Antoni Llucià. Fuente: La Razón

La Primera Guerra Mundial acababa de ver su fin, y estamos en París que sirve como comienzo a nuestra historia, aun ser una ciudad que no es precisamente Barcelona hacía la cual nos precipitamos palabra por palabra. Allí está a punto de suceder un crimen relacionado con nuestro personaje, y que sería tan solo el comienzo de su salto a fama mundial como estafador. En una prestigiosa joyería de la Rue de Paix desaparece un caro y costoso collar de perlas. Este suceso tomaría desprevenida a una ciudad que se fascinaría por la persona que se encuentra detrás de tal hazaña. Mientras él, se encontraba bien acomodado bajo un falso nombre en ningún sitio otro que el Hotel Ritz, tras haberlo robado, dónde aún esperan que alguien abone el pago por su estancia.

Nadie sabía entonces que se su nombre real era Antoni Llucià Bussé y era nacido en Capellades, cerca de Igualada en 1890. Donde ya desde pequeño este personaje recolectaba una cierta fama. En el barrio era conocido como “el boig de can Cansat” según un artículo del Periódico que cita a periodista y autor, Sergi Doria. Llucià parece encajar en el perfecto estereotipo que tenemos de alguien se lleva a cabo este tipo de chanchullos: era carismático, simpático, persuasivo y ingenioso. Según La Razón hay gente que cree que sus primeros actos criminales sucedieron en la Barcelona de 1911 tras que regresará de Cuba donde había sido mandado por sus padres, decidido a no “ser un don nadie”. Hay diferentes recolecciones de que sucedió en su primer robo, unos dicen que se trató de un comerciante de la calle Borrell mientras que otros que fue un robo llevado a cabo en la Academia Berlitz. Hace falta remarcar que los años que pasó Antoni en Barcelona estuvieron marcados por la violencia del pistolerismo de la época

Fotografía de la Semana Trágica en Barcelona. Fuente: Enrique Castellà

Llucià cometió todo tipo de estafas y robos. Incluso llegando a posar como un familiar del rey Alfonso XIII debido a su “parecido” a él, y aún más imposible, también haciéndose pasar como el mismo monarca. Según el artículo en la Razón, nuestro personaje se llegó a casa hasta en siete ocasiones diferentes, de todas ellas, solo una de las bodas se realizó de forma legal. Se casó en Brasil haciéndose pasar por un novelista con el nombre de Amado Nervo, y desapareció el día después de la boda con una gran cantidad de dinero y joyas, otra de sus bodas fue en Perú, haciéndose pasar por un aviador militar llamado “Mister Harrison” tras la cuál también desapareció misteriosamente. Saltando de nueva persona a nueva persona podemos encontrar su rastro a través de diversos nombres falsos como: Tomás Portolés, Mario Pickman, Orlando de la Riva, Luis de Guevara, Isidro Lozano, Francisco Martínez Cañabate, Fernando Caamaño, Antonio Villamil…

Aunque la gran mayoría de sus estafas sucedieron en terreno español, eso no quiere decir que este fuera el único que pisó. Visitó otros sitios como Estados Unidos y varios países sudamericanos, aparte de varias escapadas a lo largo de Europa. Esto le dio un cierto renombre internacional, apareciendo en diarios más allá de los del territorio español como puede ser el caso de The New York Times que le puso el apodo de “maestro de los falsificadores” o Le Figaro que le bautizó como “el rey de los ladrones”.

La muerte de Llucià. Fuente: Els pótols místics

Después de ser detenido en Madrid en 1919 y escapar de la presión, fingiendo una enfermedad mental para que se le retiraran los cargos, pasó el resto de sus días en Barcelona. Una ciudad de la cuál se convertiría un icono y acabaría muriendo.

Aquí puedes seguir sus aventuras con este mapa!

En la actualidad personajes como él se mantienen vivos y presentes en las calles de nuestras ciudades gracias a la gente que sigue contando sus historias. En el caso de Antoni Llucià Bussé podemos mirar hacía el libro que publico Sergi Doria en 2015, “No Digas que Me Conoces”, relatando las aventuras del maestro de los estafadores, viendo como aún forma parte de nuestra historia, y que tuvieron vidas sacadas de películas de acción.